miércoles, 26 de diciembre de 2012

* * * * * * *BARCELONA, ONCE DE SEPTIEMBRE DE 1714 * * * * * * *



                                                           Tercera   Parte

                               La  Catástrofe: El  Sitio  de  Barcelona (Primera  parte)


                                  

Amigos,  dada  la  extensión  de  esta  crónica  hoy  os  contaré  los  hechos  que  dieron  por  finalizado  el  Sitio  de  Barcelona,  el  Once  de  Septiembre  de  1714,  pero  las  reseñas  biográficas  de   algunos  de  sus  protagonistas,  se  explicarán  en  una  cuarta  parte, titulada  Héroes  y  Medrosos  del  Asedio  a  Barcelona, que  aparecerá  próximamente.
          En  1713  la  Paz  de  Utrecht  puso  fin  a  la  lucha  armada,  y  las potencias europeas reconocieron como rey de España y de las Indias a Felipe V, obligándole  a  renunciar  al trono de  Francia, mientras  que  los borbones franceses  también  debían  desistir  de  la  corona española. Inglaterra recibía,  como  botín  de  guerra, Gibraltar y Menorca, la autorización de enviar anualmente un navío de quinientas toneladas con  permiso  para comerciar en la América española,  además  del monopolio de la trata de negros. Austria era recompensada con los  Países Bajos, Cerdeña, el Milanesado, Mantua, Mirandola y Comachio. Sicilia pasaba a manos de  la  Casa  de  Saboya,  y a Portugal se le devolvía la colonia de Sacramento, conquistada por España en 1705.  En definitiva,  los  tratados significaron el triunfo de Inglaterra y de su política de equilibrio europeo, la  decadencia de Francia como primera potencia, y la hecatombe de la hegemonía española en Europa.
       El  14  de  marzo  de  1713  los ingleses se vieron  obligados  a evacuar Cataluña. El  19  del  mismo  mes,  Isabel  Cristina,  esposa  del  pretendiente  Habsburgo,   abandonó Barcelona  y  pasó  la  regencia  al  general  Guido von Starhemberg,  que  solo  tardaría  tres  meses  en  firmar  el  armisticio  que  favoreció  un  alto  al  fuego  para  que  las  tropas  de  Felipe V  ocuparan  Catalunya.  Ya    que  no  es  de  rigor  histórico  aderezar  una  crónica  con  opiniones  personales,  pero  hoy  en  día,  cuando  quienes  enarbolan  todos  los  estandartes  del  catalanismo  son  capaces  de  simpatizar  con  el  rey,  descendiente  de  aquel  tirano,  aceptar  sus  títulos  nobiliarios,   otorgarle  a  su  hijo y  a  su  esperpéntica  nuera  el  Principado  de  Girona,  y  permitir  que  su  hija,  casada  con  un  ladrón  declarado,  trabaje  en  la  Caixa  y  viva  en  Barcelona;  una,  que  es  moderadita,  escribe  sus  novelas  en  castellano  y  cada  Once  de  Septiembre  cuelga  en  el  balcón  les  quatre  barres,    ha  llegado  a  la  conclusión  de  que  ciertos  personajes  y  personajillos    interpretan  la  Historia  según  sus  intereses.  Claro  que,  también  cabe  la  posibilidad  de  que,  además  de  moderada,  sea  corta  de   entendederas  y  me  ofusque  ante  la  realidad  de  que  nadie  quiera  perder  sus  privilegios.

       Pero  volviendo   a  lo  que  nos  interesa,  la  abolición    de  los  fueros  y  libertades  de  los  reinos  de  Aragón  y  de  Valencia,  en  los  que  se  incluía  Catalunya  como  principado,  decretada  por  Felipe V,  el  29  de  junio  de  1707,  en  virtud  del  derecho  de  conquista,  y  rectificada en  el  Tratado  de  Utrecht,  que  a  la  vez  le  obligaba  a  amnistiar  a  los  catalanes  y a concederles iguales derechos y privilegios que los habitantes de las dos Castillas, que de todos los pueblos de España son los más amados por el Rey Católico,  hizo  que  las tropas del  Borbón  iniciaran  el  asedio a  Cataluña,  que   reducida a  dos plazas fortificadas,  la  de Barcelona y  la  de Cardona, debía optar entre rendirse o continuar la lucha en defensa propia. Entonces  se  convocaron   los brazos generales  del  Gobierno  del  Principado,  o  lo  que  venía  a  ser  lo  mismo,  las  Cortes  sin  Rey,  puesto  que  el  archiduque  Carlos  ya  había  asumido  sus  funciones  de  Emperador  del  Sacro  Imperio, para tomar una decisión al respecto. Ante  la  desigualdad  existente  entre  las  fuerzas  catalanas,  que    habían  perdido  el  apoyo  de  la  Gran  Alianza,  y  las  del  Rey,  los brazos militar y eclesiástico y los diputados de la Generalitat,  decidieron  aceptar  al  Borbón.  Sin embargo  el brazo popular se  inclinó  a favor de la resistencia  a  la instauración del absolutismo centralista,  tal  como  sucedía  en  Francia,  y  que  imponía  el  nuevo  rey en todos los territorios sometidos. Desde  la  Generalitat  tuvo  que  hacerse  un  llamamiento para  organizar  la defensa de la ciudad.  Así  las  tropas  catalanas,  al  mando  del  general  Villarroel,  se  levantaron  en  contra  de  la  Armada  borbónica.  Después  de  un  año  de  combates,  en  que  acumularon  varias  victorias,  Luís  XIV  pensó  que  su  nieto  sería  derrotado,  y envió  a  Cataluña  el  grueso  de  sus  Ejércitos  dirigidos  por  el  duque  de  Berwick.
        Pero,  el  11 de septiembre de 1714,  después  de  dieciocho meses de sitio y combates  encarnizados,  los  catalanes  se  vieron  obligados  a capitular.
        El 15 de septiembre,  el duque de Berwick firmó el nombramiento de la Real Junta Superior de Justicia y Gobierno, que, bajo la presidencia del secretario  de  Estado  de  Felipe  V, José Patiño,  del  que  los  ministros  de  Rajoy  deberían  de  aprender  dado  que,  a  pesar  del  dispendio  de  la  guerra,  los

                                                          José  Patiño

 historiadores  dicen  de  él  que:  Economizó la Real Hacienda y libró a los pueblos de los tributos extraordinarios que exigían antes las urgencias ocurrentes; la casa Real estuvo pagada; el ejército, provisto; las rentas de la Corona se pusieron corrientes; y el Erario Público adquirió la reputación que, como decía Richelieu, es su principal riqueza. Pero  a  lo  que  íbamos, Patiño  iba  a  sustituir  la autoridad de la Generalitat y del Consejo de Ciento,  por  la  de  la  Junta  y leía ante las  jerarquías  vencidas: Habiendo cesado por la entrada de las armas del Rey N. S. (Q.D.G.) en esta Ciudad y plaza la representación de la Diputación y Generalidad de Cataluña, el Excmo. Sr. Mariscal Duque de Berwick y Liria me ha encargado que ordene y mande a los diputados y oidores de cuentas del General de Cataluña, que arrimen todas las insignias, cesen totalmente, así ellos como sus subalternos, en el ejercicio de sus cargos, empleos y oficios y entreguen las llaves, libros y todo lo demás concerniente a dicha casa de la Diputación y sus dependencias...
        Abolida  la Generalitat y el Consejo de Ciento  y  desarmadas  las fuerzas militares catalanas,  los líderes de la resistencia  emprendieron  el  camino  del  exilio  hacia  las  tierras  del  Sacro  Imperio,  y  los  que  tuvieron  peor  fortuna  fueron  encarcelados  o  condenados  a  muerte. Derruidas las fortalezas  del  Principado, cerrada la Casa de la Moneda, suprimida la Universidad de Barcelona y los Estudios Generales  y  decretado el uso oficial del castellano en lugar del catalán, Cataluña perdió todo  su  poder político y  fue sometida a un largo proceso de castellanización,  que  ahora  el  ministro  Wert,  después  de  treinta  años  de  convivencia  pacífica  entre  las  dos  lenguas,  con  tanto  esmero  quiere  volvernos  a  imponer.
          El nuevo régimen implantado  en Cataluña  se estructuró definitivamente  el  16  de  enero  de  1716 en  el Real Decreto de Nueva Planta,  y  como  no  podía  ser  de  otro  modo,  fue sometido a la aprobación del Consejo de Castilla. Dicho  decreto  otorgó el máximo poder de gobierno a un militar: el capitán general, asistido por la Real Audiencia.  Y  todas  las  decisiones  referentes  a  Cataluña iban  a  resolverse  en la Corte de Madrid.  Felipe V había eliminado el uso oficial del catalán, Carlos III lo suprimió de la enseñanza primaria y secundaria. Pero tales medidas,  que  en  estos  días  algunos  quieren  rescatar  del  olvido,  no iban a conseguir,  ni  tampoco  conseguirán  ahora,  la desaparición de la lengua catalana.
          No    si  a  ustedes  les  sucederá  lo  mismo  que  a  mí,  pero  después  de  escribir  y  releer  esta  parte  de  la  crónica,  y  comparar  lo  sucedido  entonces  con  lo  que  está  ocurriendo  hoy,  tengo  la  sensación  de  que  nada  cambia.
         Señores,  les  invito  a  la  reflexión.  Buenas  noches.


        MARÍA  BASTITZ


viernes, 14 de diciembre de 2012

* * * * * * * * * ESTAMBUL * * * * * * * *

Estambul,  enlace  de  continentes,  confluencia  de  mares,  ciudad  maravillosa…


Al  recordarla  vienen  a  mi  memoria  los  versos  de  Espronceda 

                                           La  Canción  del  Pirata


                                     
                  Con diez cañones por banda,
                  viento en popa, a toda vela,
                  no corta el mar, sino vuela
                  un velero bergantín.
                  Bajel pirata que llaman,                 
                  por su bravura, el Temido,
                  en todo mar conocido
                  del uno al otro confín.
                  La luna en el mar rïela,
                  en la lona gime el viento,               
                  y alza en blando movimiento
                  olas de plata y azul;
                  y ve el capitán pirata,
                  cantando alegre en la popa,
                  Asia a un lado, al otro Europa,          
                  y allá a su frente Stambul:
                  «Navega, velero mío,
                  sin temor,
                  que ni enemigo navío
                  ni tormenta, ni bonanza                  
                  tu rumbo a torcer alcanza,
                  ni a sujetar tu valor.
                  Veinte presas
                  hemos hecho
                  a despecho                               
                  del inglés,
                  y han rendido
                  sus pendones
                  cien naciones
                  a mis pies. 
                             
                  Que es mi barco mi tesoro,
                  que es mi dios la libertad,
                  mi ley, la fuerza y el viento,
                  mi única patria, la mar...
 
Saludos  cordiales
 
MARÍA  BASTITZ
 
 

lunes, 3 de diciembre de 2012

* NO AL SUFRIMIENTO DE UN NIÑO *



  que   todavía  no  os  he  colgado  la  tercera  parte  de  Barcelona, Once  de  Septiembre  de  1714,  aunque  ya  sabéis  que  más  tarde  o  más  temprano  siempre  cumplo  mis  promesas,  y  antes  de  Navidad  la  tendréis. Pero  resulta  que  ayer  recibí  un  e-mail,  que  creo  que  no  debería  dejar  a  nadie  indiferente. Y  ante  la  ineficacia  de  la  clase  política,  no  nos  queda  otro  remedio  que  unirnos  y  luchar  juntos.  Hoy  es  el  Hospital  de  San  Juan  de  Dios  de  Barcelona,  mañana  puede  ser  el  Gregorio  Marañón  de  Madrid…¡Quién  sabe!  Solo  os  pido  vuestro  tiempo,  porque  todos  deberíamos  de  tener  un  instante  para  dedicárselo  a  un  niño  que  sufre.
    Os  lo  adjunto  y  haced  lo  que  creáis  oportuno.
    Saludos 

    MARÍA  BASTITZ

En  el  Hospital  de  San  Juan  de  Dios  se  ha  tomado  esta  iniciativa  para  recoger  dinero  para  la  planta  octava: Es  la  planta  de  Oncología (obviamente  de  niños  muy  enfermos).  Como  sabéis  los  recortes  en  Sanidad  han  dejado  muchas  necesidades  en  espera,  y  las  hay  de  imperiosas  aunque  no  respondan  al  tratamiento  estricto,  y  estos  niños  y  sus  familias,  desgraciadamente,  no  pueden  esperar  a  que  el  mundo  cambie.  Cada  vez  que  alguno  de  vosotros  abra  este  video,  nos  entrarán  5  céntimos  de  euro  para  esta  causa.
Iolanda Moragues CasabónCap de Secció de Gestió de Recursos Tècnics al Territori
Servei d'Acció Social
Àrea d'Atenció a les Persones

domingo, 18 de noviembre de 2012

* * * * ENTRE ARTUR MÁS Y YO * * * *

Ha  llegado  la  hora  de que  les  cuente  la  verdad:

 Fue  una  noche  tranquila,  llamé  al  timbre  del  domicilio   del  President,  me abrió  la  puerta,  entré en  el  vestíbulo,  pasé  al  salón  y  me  invitó  a  sentarme  en  el  sofá,  sin   sobresaltos.  No  hubo  cena  a  la  luz  de  las  velas,  ni  lencería  fina,  ni  pasión,  ni   cita,  porque  Más  no  es  mi  tipo,  tanto  es  así  que  ni siquiera anima  a  que  mi  mente  puede  fantasear  con  la  invención. Siento  haber  provocado  falsas  expectativas,  pero  los  que  me  conocen  saben  que  con  él  no  llegaría  ni  a  la  esquina.
  Todavía  le  recuerdo,  un  día  caluroso  de  verano,  apoyado  en  su  Audi gris  metalizado,  haciendo  el  panoli  en  la  autopista  del  Maresme,  salida  Canet  de  Mar.  Pobre  Artur,  iba  al  Festival  de  Música  Clásica  del  Castillo  de  Santa  Florentina  a  recrear  sus  oídos  con  notas  de  maestros,  y  se  perdió  en  el  camino.  Pero  no  podía  ser  discreto  como  cualquier  otro  mortal,  poner  en  marcha  el  tom-tom  cómodamente  sentado  en  su  coche,  y  buscar  el  trayecto  correcto,  habría  sido  poco  teatral  para  un  personaje  como  él.   Todos  los  que  íbamos  hacia  allí  lo  contemplábamos,  estupefactos,  desde  nuestros  vehículos,  de  pie  en  el  asfalto,  pidiendo  auxilio  a  través  de  su  móvil.  Por  educación  no  les  voy  a  decir  lo  que  pensé  en  aquel  momento.  Ustedes  me  perdonarán,  pero  yo  a  un  hombre  tan  poco  reservado,  que  nos  tiene  acostumbrados  a  notarios,  travesías  del  desierto  y  paráfrasis  varias,  nunca  le  confiaría  el  corazón,  aunque  el  día  25  de  noviembre  la  inmensa  mayoría  de  los  catalanes  le  entregarán  el  país.
     Se  ha  erigido como  el  libertador,  cuya  imagen,  desde  que  empezó  la  campaña  electoral  está  colgada  en  todas  partes,  y  me  recuerda  a  una  secuencia  de  la  película  Los  Diez  Mandamientos,  aquella  en  que  un  Moisés (Charlton  Heston)  todavía  joven,  cambiaba  su  vestimenta  de  príncipe  de  Egipto  por  una  túnica,  y  por  influjo divino  separaba  las  aguas  del  mar  Rojo  y  conducía  al  pueblo  de  Israel  hacia  la  Tierra  Prometida.  Ahora  Artur  aparece  en  la  foto  con  un  traje  gris,  que  bien  podía  ser  de  Giorgio  Armani  o  de  Ermenegildo  Zegna,  porque  Más  lleva  buenos  trajes,  y  con  los  brazos  abiertos  arrastra  un  oleada  de  banderas  catalanas  y  esteladas  hacia  la  libertad,  bajo  el  lema  La  Voluntat  d’un  poble (La  Voluntad  de  un  pueblo).

     ¿Y  qué  es  lo  que  una  servidora  de  ustedes  puede  tener  en  común  con  un  President  mesiánico? ¡Ay!  Únicamente  la  testarudez ,  la  buena  educación  y  haber  visitado  Moscú.
     Primera  coincidencia: Ambos  somos  muy  obstinados A  él  ya  le  advirtieron  desde  la  Zarzuela  que  lo  suyo  era  una  quimera,  a  mi  la  realeza  me  deja  en  paz,  porque  poco  les  importa  lo  que  pienso.  Su  insistencia  por  la  secesión  no  me  parece  del  todo  sincera,  estoy  convencida  de  que  si  Artur    hubiera  conseguido  el   pacto  fiscal  habría  estado  más  que  contento,  fue  por  ello  por  lo  que  pidió  al  pueblo  que  se  manifestara.  Y  él   no  les  acompañó,  porque  justo  aquel  día  y  a  aquella  hora  decidió  emprender  un  viaje  astral,  apoyando  a  quienes  invadían  las  calles  de  Barcelona  con  su  espíritu,  y  el  cuerpo  se  lo  olvidó  en  casa.  Si  yo  fuera  independentista  preferiría  votar  a  alguien  de  los  que  estuvo  presente  en  cuerpo  y  alma,  y  si  no  lo  fuera  tampoco  le  escogería  a  él,  porque  ese  tipo  de  disociaciones  me  dan  pánico.  Ni  mucho  menos  a  un  individuo  como  Pere  Navarro,  con  esa  tuna  de  jubilados  casposos  del  PSOE,  que  canta  a  su  alrededor,  venida  desde  Madrid  dispuesta  a  ayudarle,  y  cada  vez  que  abre  la  boca  le  hunde  en  la  ignominia.  Si  la  jerga  del  disparate  continua,  el  pobre  Navarro  acabará  pensando: De  mis  amigos  que  me  libre  Dios,  que  de  mis  enemigos  me  defiendo  yo.    Ni  tampoco  a  la  diva   trasnochada  y  esculpida  en  silicona  de  Alicia  Sánchez  Camacho  y  a  su  coro  de  españolísimas, de  Cospedal,  Sáez  de  Santamaría  y  Aguirre,  por  poner  un  ejemplo,  que  cuando  visitan  Cataluña   propagan  el  miedo  con  discursos  que  parecen  escritos  por  el  mismísimo  Satanás.  Y  mientras  se  cruzan  las  diferencias  entre  unos  y  otros,  que  a  veces  llegan  a  alcanzar  la  falta  de  respeto,  Más   oculta  su  fracaso  político  a  través  de  la  independencia.  Y  así  nadie  habla  de  recortes  en  sanidad, ni  en  educación,  ni  de  pérdida  de  derechos  sociales. Pero  una  vez  ganadas  las  elecciones, Artur,  se  afanará  en  aplicar  políticas  de  austeridad,  que  dejaran  los  bolsillos  de  sus  votantes,  y  de  los  que  no  lo  son,  como  un  trozo  de  queso  Emmental,  es  decir  llenos  de  agujeros  por  todas  partes.
      Yo  en  cambio,  puedo  ser  más  terca  que  él,  y  les  aseguro  que  mi  terquedad,  en  muchos  momentos  de  la  vida,  ha  sido,  es  y  será, dado  que  a  estas  alturas  ya  no  voy  a  cambiar,  absolutamente  real  y  sincera.  Tanto  es  así,  que  un  día  me  empeciné  en  saber  lo  que  le  había  ocurrido  al  archiduque  Rudolf  de  Austria-Hungría,  porque  lo  del  suicidio  por  amor  no  me  lo  tragaba  y  lo  que  me  explicaban   ni  me  cuadraba,  ni  me  gustaba.  Estudié,  investigué,   me  convertí  en  aprendiz  de  escritora  y  nació   Jaque  al  Emperador.

     Ahora  que  el  tiempo  y  la  obstinación  me  han  enseñado  a  relajar  los  impulsos  y  a  madurar  las  ideas,  estoy  a  punto  de  publicar  mi  segunda  novela, La  Archiduquesa  Roja.  Y  frente  a  Artur  juego  con  ventaja;  yo  no  tengo  que  ajustarme  a  un  programa  electoral,  que  me  impida  expresar  con  claridad  según  qué  tipo  de  palabras,  como  independencia,  que  el  President  siempre  sustituye  por  una  serie  de  circunloquios  lingüísticos  que   domina  como  nadie.    Ni  tampoco  llevar  al  señor  Durán  de  perro  faldero,  que  por  mucho  que  se  empeñe,  tiene  de  independentista  lo  que  yo  de  bombero.  Escribo  lo  que  quiero,  como  quiero  y  cuando  quiero.
      Segunda  coincidencia: Al  President  y  a  mí,  nos  han  educado  con  esmero,  somos  de  la  misma  generación,  aunque  él  es  mayor  que  yo.  No  hablamos  un  lenguaje  chapucero  y  sabemos  comportarnos  con  corrección  ante  las  situaciones  que  el  día  a  día  nos  depara. 
      Tercera  coincidencia: Los  dos  conocemos  Moscú.  El  President  acudió  al  país  de  los  zares,  acompañado  de  su  esposa,  a  inaugurar    el  Foro  Empresarial  Catalunya  Rusia,  para  que  numerosas  compañías  catalanas  encontraran  oportunidades  de  negocio  en  una  de  las  economías  emergentes  más  dinámicas  del  mundo. Se  alojó  en  la  suite  Ambassador  del  Hotel  Radisson  Royal,  de  los  más  lujosos  de  la  ciudad,  a  orillas  del  río  Moscova,  ubicado  en  el  mismo  edificio  que  el  legendario  hotel  Ucrania,  es  decir  en  uno  de  los  siete  rascacielos  de  Moscú,  construidos  por  orden  de  Stalin. El  viaje  tuvo  escasas  repercusiones  políticas,  lo  que  hace  pensar  que,  Artur  y  su  mujer,  disfrutaron  de  unas  mini  vacaciones  a  cargo  de  los  contribuyentes.  Claro  que  el  President  puede  viajar  con  su  esposa  siempre  que  quiera ¡faltaría  más!  Y  hospedarse  en  una  suite  lujosísima,  pero  en  época  de  restricciones,  es  reprochable  que  no  lo pague  de  su  bolsillo. 

      En  cambio,  una  servidora  de  ustedes,  viajó  hace  unos  años  a  la  capital  de  Rusia,  en  clase  turista  y  se  hospedó  en  un  hotel  más  sencillito  y  se  habría  podido  llevar  a  su  marido,  a  su  madre  y  a  su  abuela  porque  fue  ella  quien  corrió  con  los  gastos.
      Hasta  aquí  las  coincidencias. 
      Lamentablemente,  desde  este  blog  de  opinión  afirmo  que  no  me  creo  el  discurso  de  Artur,  y  me  atrevo  a  sugerirle,  dado  que  el  diario   El  Mundo  le  ha  sacado  a  relucir   los  trapitos  al  sol,  y  anda    preocupado  por  el  asunto  de  la  posible  vinculación  de  su  familia   y  la  de  Pujol   con  el  caso  del  Palau  de  la  Música,   las  cuentas  en  Suiza  para  evadir  impuestos…etc…etc  y  ha  llegado  a  asegurar  que  recurrirá  a  la  Justicia  por  las  infamias  vertidas,  pero  todavía  no  lo  ha  hecho,  que    si   ve  una  bandera  estelada,  aunque  tenga  serios  problemas  de  inspiración,  piense,  la  mire  detenidamente,  y   le  vendrá  a  la  memoria  la  letra  de  aquel  bolero: Usted  es  la  culpable  de  todas   mis  angustias  y  todos  mis  quebrantos.  Usted  es  mi  esperanza,  mi  última  esperanza,

  comprenda  de  una  vez.  Usted  me  desespera,  me  mata  me  enloquece,  y  hasta  la  vida  diera 

 por  vencer  el  miedo  y  besarla  a  usted
      Pero  siguiendo  con  la  canción, President,  creo  que  no  estaría  bien  que  jugara  con    nuestros  sentimientos,  porque  tal  como  están  las  cosas,  es  lo  único  que  tenemos. De  ser  así,  espero  que  no  le  quede  otro  remedio  que  conjugar  el  verbo  dimitir  y  entrar  en  la  élite  de  aquellos  embusteros  que  antaño  tuvieron  relumbrón,  y  ahora  la  familia  les  da  la  espalda,  los  amigos  dicen  no  conocer  y  el  resto  de  la  sociedad  rechaza  de  pleno.  Desgraciadamente,  hoy,  en  España,  disponemos  de  varios  elementos  que  le  servirán  de  ejemplo. ¡Ah!  y  recuerde  que  Moisés  nunca  pudo  entrar  en  la  Tierra  Prometida.
     Señores  les  invito  a  la  reflexión.  Buenas  tardes.

     MARÍA  BASTITZ

     NOTA: Sé  que  muchos  esperaban  que  les  contara  lo  que  pensaba  de  la  independencia,  aunque  ya  he  manifestado,  en  otras  ocasiones,  que  nunca  me  posicionaría  públicamente  sobre  esta  cuestión,  y  que  el  título  del  artículo  era:  Entre  Artur  Más  y  Yo,  y  no  daba  para  demasiadas  diatribas  políticas,  porque  una  servidora  de  ustedes,  afortunadamente,  no  forma  parte  de  este  mundo.  Pero  como  no  quisiera  defraudarles  les  diré  que  si  desean  conocer  el  tema  se  pueden  dirigir  al  Colectivo  Wilson  www.Wilson.cat web  independentista.  Y  si   lo  que  quieren  es  información  sobre  el  anti independentismo  solo  tienen  que  escuchar  al  Gobierno  central  y  los  que  se  manifiestan,  con  discursos  amenazantes,    desde  otros  puntos  de  España.